martes, 18 de mayo de 2010

El Pomperito

Era una vez, un día de mucho sol, galopábamos con mi tordillo. Salí por la mañana muy temprano, después de una hora de gran trabajo y más horas decidí quedarme corrido. El sol que parte. La sed seca mi garganta, y mi transpiración quema mi piel. Sólo por salir más temprano. Como decía, cabalgábamos rumbo a casa, cuando a lo lejos, un pequeño hombrecillo se veía. Cuando más nos acercábamos mi tordilo relinchaba con furia.
- ¡Arre! ¡Arre! ¡Arre! Mi fiel Amigo. Lo veo frente mío.
- ¡Uopa! ¿Quién eres?
Se ríe desafinadamente.
- Ja, Ja, Jaaa, Ja!!
Sacó la guacha y le di una y otra vez hasta agotar mis fuerzas. De un solo golpe me derribó. En el piso peleabamos. Era como si le pegase a un cartón o a un papel, pero yo a él lo sentía como a una persona de 100 Kg. Era como si me enfrentara a un animal. ¡Pero bueno, esto sólo por quedarme en un horario corrido y volver por la siesta! Por caminitos del monte, en donde por él tengo que pasar, continua y diariamente.
Y hay más y muchos tipos de duendesillos, mucho más.

Por Juan Pereyra, 1º 3ª, Informática "A".

El Triángulo de las Bermudas

Hace unos años, en la región de América Latina, entre unas 3 islas se encuentra una parte de océano llamado, El Triángulo de las Bermudas. Sin saber por qué, ni cómo, sin tener explicaciones para los científicos; la gente al pasar por esta zona, algunos aviones y barcos desaparecieron. Se perdió el radar y nunca más se supo de eso: ni de sus tripulaciones, ni los restos de las naves.
Durante siglos se dijeron cosas y cosas, pero actualmente muchos barcos no pasan por allí; y los científicos siguen investigando y hasta se escribieron libros y películas sobre el tema.

Por Jorge Domínguez; 1º 3ª Informática "A".

El Coya sonambulo

Cuenta la leyenda que el "Coya Sonámbulo" arrastraba por las noches su saco, lleno de dientes de ajo, los cuales dieron origen a sus dientes, que en oro estaban bañados. Su costal por las mañanas se encontraba vacío, pero se compensaba con el peso en sus bolsillos. Sus trastornos patológicos a su sonrisa le daban brillo. Demasiado aterrador para ser cierto pero este sujeto, antes de condimentar al muerto, condimentaba el sufrimiento y a la vez gozaba de ello. Sin testigos en el hecho, luego del medicamento, se tomaba una birrita y se ponía re gediento. Quienes más lo conocían lo veían en el día, por las noches no sabían para dónde el se iba... hasta que un vecino, decidido a seguirlo, agarró su bicicleta, que por desgracia hizo ruido... se dio vuelta y el coya se mostró enfurecido... sólo por ser conocido, sin chancletazo y sin soda, vino.

 Por Marcos García, 1º 3ª Infromática "A".

Mujer Asesina

Mujer Asesina le dicen, porque mató a su marido. Su marido era muy celoso y tomaba mucho; ya cada vez que estaba borracho, la violaba y la maltrataba. Y así era todos los días hasta que la Mujer lo denunció. Dicho hombre se fue preso 2 años y la mujer, en esos dos años, se volvió drogadicta. Su marido salió de la cárcel y encontró a su mujer drogándose; entonces, reaccionó mal. La agredió y la mujer se quedó toda golpiada. A la noche, cuando el marido estaba durmiendo, esta mujer, del rencor y de la amargura, fue a la cocina, tomó un cuchillo, fue a su recámara y lo apuñaló. De ésta forma, se vengó de todo lo malo que le hizo.

 Por Gonzalo Eduardo Ríos Vargas; 1º 3ª Informática "A".