miércoles, 16 de junio de 2010

El Boleto Plateado

Cauteloso y sin apuro, él sale por su primer puerta conectándolo con un Paraiso Pequeño de variedades de flores, que resumen Los Primeros Rayos de la estrella más grande y luminosa. Esos mismos rayos que minutos después no podrán seguir proyectándole su sombra. Durante el pasillo frío y oscuro que transita todos los días, a pasos cortos. Antes de salir por las últimas de las puertas que lo integraran con todas las demás personas y especies animales que se cruzan hacia el camino donde debían tomar su colectivo que lo llevaba hacia el colegio.
Pero todavía le queda un trato para abordar el número 39, tranquilo se prende su cigarro y sigue caminando, volteando su mirada hacia el frente en casi todos los días la casa de los gatos de colores, colores verdes con entramados con azules y mezcla de otros diversos tonos fluorescentes, y con lujosos sombreros de retazos de trapos, que caían de la copa .
Dejando atrás ya esa imagen finalmente toma su colectivo hacia la escuela. Pero se percata que el conductor es menos que un duende con su camisa azul y pantalones de jeans obscuro pero con un detalle que lo delataba, su galera verde y con una moneda de oro en su punta. Haciéndose como que no vio nada, le indica su viaje al chofer e introduce sus monedas como siempre lo hace pero nota que el esperar el vuelto le caen caramelos con formas extrañas y un boleto de color plateado, que tenía escrito en su dorso "en un viaje distinto te ganaste hoy, llegaras más rápido a tu destino con tan sólo introducir tu boleto en la endija del asiento que elijas. Buen Viaje". Así que sin preguntar y sin dudar accedio a introducir su boleto ganado en el primer asiento que encontró disponible, a su faz, se cumplio lo dicho en su boleto, transportándolo por el tunel de espejos que reflejaban toda su vida. Sorprendido, disfruta ese viaje inesperado, pero veía muy cercano el fin del pasaje y de esa imagen, dandole otra perspectiva a su vida, cuando finalmente llegó espulsado de una corteza de un árbol antes añejo hacia la puerta de Ayacucho y Las Heras.

Miguel Ángel López, 1º 4ª "B".

Un Viaje en colectivo

Viajaba hacia el trabajo en el colectivo que siempre tanto, y en la calle Azopardo, estaba la casa de mi tia Nely la casa donde recuerdo cuando de niño recorría en la bicicleta. Todavía están los ecucaliptos a un lado del camino, donde puede respirar el aire puro que mueven la copa de los árboles.
Cuando me di cuenta, la casa de mi tia ya no estaba, en su lugar. Se había edificado nuevo un edificio de más de 20 pisos. Todo lo lindo que estaba en mi recuerdo desapareció al ver ese gran edificio. El viaje en el colectivo llegó a su destino y tiene que bajar con los ojos llenos de lágrimas porque ya no estaba más la casa de mi tia donde de niño pasé mis mejores y divertidos días de vacaciones.

Fabian Vizzoco, 1º 4ª "B".

Un Viaje loco con el "60":

Todos los días para ir al colegio tomo el colectivo, línea 60 que viene de Tigre.
Un día lluvioso esperando en la Avenida Santa Fe y Juan B. Justo, subo al colectivo los primero que veo es, todos los pasajeros flotando y riéndose a carcajadas.
Asombrada, le digo al chofer:
- 1,25, por favor.
El chofer, por cierto, muy serio.
Mientras voy metiendo las monedas en la máquina, miró a la gente que siguen flotando inexplicablemente.
En vez de sacar un boleto, agarró un control digital que dice en qué hora me subí, la fecha, etc.
Mientras voy leyendo lo que dice, leo en una parte que dice "pulsar".
Le pregunto al chofer de qué se trataba, qué significaba.
No me contesta.
Le pegunto nuevamente:
- Disculpe.
- ¿De qué se trata todo esto?
- El control, los psajeros flotando?
Nada. No me contestó. Serio, manejando. Me doy media vuelta, me pongo de frente mirando a todos los que estaban flotando, tratando de entender algo.
Se me ocurrió pulsar el botón a ver qué pasaba. Pulso. Toda la gente sentándose despasito, cada uno en una silla.
Todos mirando hacia la ventanilla, sonrientes, como admirando...
Yo, curiosa, miro. Veo el por qué Las Heras con el pasto verde, lleno de plantas, palomas blancas radiantes con el Sol que les reflejaba. De costado del colectivo se veía todo, el parque hermoso, con el Sol... y de frente la calle lleno de autos, lluviosos, lleno de humo...
A cada persona que le preguntaba nadie me contestaba nada.
Faltaba poco para llegar a la escuela, a medida que iba llegando. Me desesperaba por encontrar una explicación a todo lo que he visto.
Pero nadie me explicó nada así que me bajé asombrada, sin explicación...

Tomasa Rojas, 1º 4ª, "B".