viernes, 27 de noviembre de 2009

Obra de Teatro: "Entre la Vida y la Muerte" (El más hermoso enemigo del hombre):

1) (Pensamientos 1,2 y 3 agachados en el suelo alrededor del Bufon quién camina con una hoja y una pluma).

BUFÓN: (caminando) -- Puedo afirmar que la mejor de las obras esta siendo escrita en este momento. Por mi por supuesto. -- (escribe) -- Entonces sir Frederick exclamó...
PENSAMIENTO 1: (se para, le saca la hoja y pluma al juglar, escribe) -- Tú debes.
BUFÓN: -- ¿Tú debes? ¡No! Hacerme un favor de entregarme lo que me ha sido quitado.
PENSAMIENTO 2: (se para, le saca la hoja y pluma al juglar, escribe) - Tú quieres.
BUFÓN: -- ¿Tú quieres? Estás arruinando mi obra, ¿quiénes sois?, ¿Qué queréis?
PENSAMIENTO 3: (Se para) - Tú necesitas.
PENSAMIENTOS 1, 2, 3: (Repiten sus respectivas frases acercándose al juglar.).
BUFÓN: ¡Basta! ¡Basta! ¡Deteneos! ¡Deteneos os lo ruego! ¿¡Quiénes sois!? ¿¡Qué queréís!?

2) (Sale a jugar perseguido por los pensamientos a la vez que entra el rey acompañado por el noble).

REY: -- ¡Esto es inaceptable, inconcebible, inaudito! Ese bufón, bardo, o cual sea su actividad, ha de ser inmediatamente ejecutado.
NOBLE: -- Pero su majestad, técnicamente no ha cometido ningún crimen.
REY: -- (Gritando). ¡¿Qué no ha cometido ningún crimen!?, ¡¿qué o ha cometido ningún crimen?! (deja de gritar) voy a leer un pasaje del maldito libro que escribió y leyó por todo el país:... (lee) ... "entonces el horrible gigante posa en su calva cabeza, la reluciente corona fabricante con el sufrimiento de cientos de hombres, cientos de esclavos. Y al hacerlo gritó a Sir Frederick "TU DEBES" aunque Sir Frederick agonizado resistía repitiendo "YO QUIERO", "YO QUIERO"...
NOBLE: -- Es solo un cuento de hadas.
REY: -- ¡No es solo un cueto de hadas! El sustento de este país se basa e los impuestos a los ciudadanosen oro y a los campesinos en productos agrícolas, ¿no es así?.
NOBLE: -- Es cierto.
REY: -- ¿Y nosotros que les proporcionamos a cambio?
NOBLE: -- Protección y gobierno.
REY: -- (Ríe) No es ignorado que solo los nobles son protegidos y gobernados en estos tiempos de paz. ¿Qué pasaría si el pueblo comenzará a regirse por el "YO QUIERO" en vez del "YO DEBO"?. Esta historia es un claro insulto hacia mi persona, "el horrible gigante" (señalando el libro). ¡No estamos en condiciones ni militares ni económicas como para permitirnos una guerra civil.
NOBLE: -- Pero si nadie le hace caso. En las tabernas se comenta que se volvió loco y que extraños pensamientos son los autores de esta obra, que perdió totalmente el control de su pluma al escribir.
REY: -- Aún así se está volviendo demasiado popular, y si aún no se ha producido una guerra civil es porque la historia no ha llegado a oídos adecuados.
NOBLE: -- Lo mandaré a buscar cuanto antes.

3) (Salen de escena el rey y el noble y entra el juglar con los pensamientos detrás).

(El juglar lee fragmentos del libro al público).
BUFÓN: -- ... "Y Sir Frederick inmerso en la locura comenzó a ser acosado violentamente por una violácea oscuridad dentro de la cual una vibración se hacía minuto a minuto más fuerte. Esta vibración, surgía como un nefasto sonido y llegaba a oídos de Sir Frederick como imponentes alaridos  de "TÚ DEBES" y melancólicas súplicas de "YO QUIERO" perforándole el cuerpo como aguijones. Solo con cada lágrima de Sir Frederick, la oscuridad retrocedía; Sólo con cada asesinato del horrible gigante, la oscuridad avanzaba"...
... "Únicamente las estrellas, pudieron salvar a Sir Frederick de aquella agonía; y con un rayo de luz divina, la corona del gigante se disolvió en el infinito. El poder del gigante comenzó a flaquear, sin su corona ni siquiera sus extremidades le respondían. La sombra se desipó, y con un movimiento de espada Sir Frederick dividió el cielo en una puerta hacia la eternidad; Una puerta que lo absorbió; Y desde donde Sir Frederick derrotó al gigante"...
(Entra el soldado).
SOLDADO: -- ¡Queda usted arrestado y será ejecutado por orden del rey!.
BUFÓN: -- ¿Bajo qué cargo, si puede saberse?
SOLDADO: -- Por disturbios en lavía pública y plantar la revolución en el reino.
BUFÓN: -- No pueden llevarme por leer la obra ya que sólo esa es mi función, yo no la he escrito.
SOLDADO: -- Si no la habéis escrito, ¿entonces quién?
BUFÓN: (Señala a los pensamientos ubicados detrás del soldado). Fueron ellos... ellos son los culpables.
SOLDADO: -- (Mira hacia atrás). Ahí no hay nadie. ¿Estás queriendo engañarme? (A medida que dice esto, se va acercando el juglar). ¿Eres conciente de que engañarme a mí es engañar al rey?, ¿y qué engañar al rey es engañar a Dios? La única manera de alcanzar la salvación es entregándoe y siendo ejecutado.
BUFÓN: -- Si es así como rige Dios, prefiero pasar la eternidad alejado de él. (Sale corriendo entre le público). Deténgalo por favor, debo escapar, ese soldado no ha de atraparme.
SOLDADO: -- Vuelve aquí hereje. Puedes escapar del filo de mi espada, pero no de la ira de Dios. (Persigue al juglar).
4) (El soldado y el juglar salen de escena entre le público a la vez que entran el noble y el rey).

NOBLE: -- Finalmente os hemos librado de ese maldito juglar.
REY:  -- ¿Es que acaso lo hemos capturado?
NOBLE: -- No precisamente, pero tras haber sido intimidado por uno de nuestros más fieles soldados, ha desaparecido completamente y nadie ha oído nada más acerca de él. (Habla orgulloso).
REY: -- (Grita) ¡No es suficiente!. ¿Acaso no ven que me da insultado? ¿Qué ha insultado al rey?
NOBLE: -- Conciente soy de que la situación no es totalmente perfecta, pero el trono ya no peligra y pronto encontraremos y ejecutaremos al culpable de vuestras preocupaciones.
REY: -- Desearía pensar igual que vos, pero mis ojos han visto extrañas agrupaciones de campesinos por los caminos. A mis oídos han llegado rumores de la existencia de clandestinas tabernas donde se leen cuentos contra mi persona.
NOBLE: -- No hay rumores que no sean malintencionados. Y si de Dios no se trata. Yo digo que ver para creer.
REY: -- Espero que tu tranquilidad este bien fundada. (entre el soldado).
SOLDADO: -- (Habla agitado). Su majestad, tenemos prisioneros que han sido descubiertos clamando a un ejército de aldeanos para derrocar la monarquía.
REY: -- (Grita). ¡¿Qué?! (asustado), Y ¿qué se sabe acerca del ejército?
SOLDADO: -- Solo se unieron diez personas a quienes ya hemos capturado.
REY: -- Buen trabajo, ejecútenlos. (El soldado comienza a irse). ¡Alto! (Se detiene). Y quiero que resuelvan el asunto del juglar. La única forma de liberarse de la serpiente, e cortándole la cabeza. (Sale el soldado).

5) (Salen el rey y el noble, entra el juglar).

BUFÓN: -- (Corre mirando periódicamente hacia atrás como si lo persiguiesen. Entran los pensamientos 1, 2 y 3 repitiendo en vos baja sus respectivas frases). ¡Basta, aljaos, alejaos os lo ruego! Vosotros sois los culpables de mi exilio, vosotros sois los culpables de mi desdicha, vosotros sois los culpables!
(Los pensamientos 2 y 3 sin dejar de repetir sus frases comienzan a tocarle la espalda y los hombros al juglar; el juglar escapa, pero es interceptado por el pensamiento uno).
BUFÓN: -- (Se tira al suelo y se agarra la cabeza). ¡Ahhh!. (Los tres pensamientos continúan tocando al juglar, quien esconde su cabeza entre sus brazos. Entra el soldado.).
SOLDADO: -- (Se acerca y desenvaina. Apunta con la espada la espalda del juglar). Al fin recibirás el castigo que mereces. (Los pensamientos se alejan para dejar transcurrir el resto de la escena.).
BUFÓN: -- ¿Acaso este es el fin de mis días?
SOLDADO: --  Mi brazo no ha de matarte sin orden del rey, por eso ante él es donde te llevó. (El juglar sale de escena junto con el soldado por entre el público, los pensamientos los siguen.).

6) (Entra el rey y comienza a caminar de un lado a otro del escenario nerviosamente. Entra sonriente el noble.).

NOBLE: -- Es en vano estar nervioso en este momento, su majestad, yq que la mejor noticia ha llegado a mis oídos.
REY: -- ¿Es qué acaso han diezmado a los que se revelaron contra la corona?
NOBLE: -- Aún mejor, hemos capturado y tenemos prisionero al juglar causante de la rebelión.
REY: -- Excelente, estoy asombrado por vuestra eficacia. Como recompensa te otorgo el gobierno de la más importante ciudad fronteriza del reino.
NOBLE: -- Mi gratitud es eterna. ¿Quiere presenciar la ejecución ahora su majestad?.
REY: -- Aún no, pero, traedlo ante mí.
NOBLE: -- Asus órdenes, su majestad. (Sale de escena. El Rey sonríe y camina por la escena aún más rápido que antes. Puede soltar una ocasional carcajada. Entran el noble, seguido por el juglar y el soldado. El soldado guía al juglar apuntándolo con la espada.).
REY: -- ¡Ajá!, por fin te conozco la cara.
BUFÓN: -- Por favor, su majestad, soy inocente.
REY: -- ¡No te he dado permiso para hablar! Ahora vas a ir al calabozo donde te quedarás hasta que nos encarguemos de tus seguidores, y luego sacaré a pasear por todo el reino tu cabeza para demostrar lo estúpido que es enfrentárseme. ¡Retiradlo de mi vista!.
SOLDADO: -- Como ordenéis. (Se lleva al juglar. El noble y el rey sonríen y se retiran.).

7) (Entra el soldado llevando al juglar, lo encadena a la pared, se aleja unos metros, lo mira unos segundos y sale de escena).

BUFÓN: -- Desdichada y carente de nobleza la mía muerte. Maldigo eternamente a las nefastas criaturas, culpables de mi ejecución.
(Entra el pensamiento 1).
PENSAMIENTO 1: -- Tú debes.
BUFÓN: -- ¡Maldita sea vuestra existencia!
(Entra el pensamiento 2).
PENSAMIENTO 2: -- Tú quieres.
BUFÓN: -- ¡Alejáos de mí!, ¿no es acaso suficiente el tormento que me habéis dado ya?
(Entra el pensamiento 3).
PENSAMIENTO 3: -- Tú necesitas.
BUFÓN: -- (Los tres pensamientos repiten sus respectivas frases a medida que se acercan al bufón.). ¡Horrorosas criaturas!, ¿es que acaso no vais a dejadme solo ni siquiera en mis penosas últimas horas de vida? (Los pensamientos se callan. Silencio de aproximadamente 5 segundos, el juglar respira agitadamente. Entra el pensamiento 4).
PENSAMIENTO 4: -- Tú nos nocesitas.
BUFÓN: -- ¿Es posible que vosotros halláis sido creados por mí, por mi mente, por mi alma? ¿Es posible que mis temidos enemigos no sean más que mispropios pensamientos? ¿No es posible acaso, que la muerte no sea un castigo, sino una divina ascensión y un necesitado descanso?
(Los pensamientos 1, 2 y 3 comienzan a desatar al juglar mientras todos repiten "TÚ NOS NECESITAS").
BUFÓN: -- ¿Por qué me liberáis? ¿Es que acaso he malinterpretado vuestras intenciones? ¿No había yo de morir?
PENSAMIENTO 4: -- Tu trabajo no ha terminado.
BUFÓN: -- ¿Mi trabajo no ha terminado? (Ríe fuertemente). Pues andando entonces. (Todos salen de escena).

8) (Entran el rey, el noble y el soldado).

REY: -- Estoy sumamente satisfecho con los últimos acontecimientos. Ya podéis ir preparando la ejecución del juglar.
NOBLE: Si se me permite el atrevimiento, sugeriría una gala para celebrar su reciente victoria contra los rebeldes.
REY: -- (Ríe). Pero si te lo permito querido amigo mío, Tu sugerencia no podría ser más acertada. Aún así, encargaos de los preparativos  para la ejecución. Quiero que se celebre mañana por la mañana.
NOBLE: -- Con el mayor de los gustos su majestad.
REY: -- Pasando a otros asuntos (comienzan a caminar hacia un lado del escenario) os quiero a todos presentes en la gala que voy a organizar y luego tú podrás partir hacia tu nueva ciudad la cual confío gobiernes con sabiduría; además... (los pensamientos 1 y 2 entran impidiéndole al rey continuar caminando.).
NOBLE: -- ¿Qué es esta insubordinación, plebeyos? ¡Salid de aquí inmediatamente!
(Entran los pensamientos 3 y 4).
REY: -- ¿Y vosotros de donde habéis salido? Decidme cuando menos quienes sois o qué queréis.
(Entra el juglar.).
BUFÓN: -- ¿Es que acaso su majestad no reconoce a los culpables de sus preocupaciones durante la última semana?
REY: -- ¿Cómo osas enfrentarte a mí? ¡pon los pies sobre la tierra! ¿es que acaso piensas que puedes vencerme en mi mundo? (Ríe). ¡Bienvenido seas a mi máquina, donde todos forma parte de mi rebaño, y un hombre como vos, nunca será aceptado entre mis ovejas! Ahora arrodillaos ante vuestro rey todos vosotros!
BUFÓN: -- Orgulloso estaría de arrodillarme ante mi rey y complacido aceptaré su petición. (Se acerca a los pensamientos y ante cada uno de ellos hace una pronunciada reverencia).
NOBLE: -- ¿Qué significa esto? ¿Qué clase de ignorante se inclinaría ante un desconocido cuya sangre dista de ser pura? ¡Nunca nadie me verá a mi inclinado ante un plebeyo claramente inferior!.
BUFÓN: -- (Ríe). Y yo nunca le pediría a nadie que se incline ante quienes yo me inclino. Por otra parte, me atrevería a contar a vuestra persona entre los ignorantes que se inclinan ante un desconocido. Porque ¿qué otra cosa es vuestro rey sino un desconocido?  Una persona ajena a vuestras vidas, ajena a vuestros problemas, ajena a vuestras preocupaciones y alegrías no es más que un extraño para mí.
NOBLE: -- ¡Es suficiente! ¡Pagarás por tus blasfemías! ¡Guardias, ejecutadlo inmediataente! (El soldado se acerca al juglar, pero el rey lo detiene con la mano).
REY: -- Veamos lo que tiene para decir... pero que esperanza no tenga ya que su ejecución se acerca y es inevitable.
(Los pensamientos se ponen en fila detrás del juglar).
BUFÓN: -- Pasaré a explicaros mi situación. Mi vida tiene un propósito. Desde el día que nací, tengo una misión, un deber. De este propósito soy conciente solo desde mi estadía en vuestro calabozo. Yo nací para ser ejecutado por vosotros, es por eso que la muerte no me asusta.
REY: -- He visto ratas con propósitos de vida más elevados.
BUFÓN: -- Personalmente, desconozco el propósito de las ratas, pero estoy seguro de que vosotros desconocéis el mío. Así como mi muerte le traerá oscuridad a mis ojos, también le traerá luz a los de muchas otras personas. Todos los reyes desde el comienzo de la monarquía tuvieron el mismo problema.
REY: -- ¿A sí? ¿Cuál?
BUFÓN: -- Subestimar al pueblo. Que sus vestiduras no sean color oro, o que bajo sus pies no halla más que césped, no significa que sus corazones no palpiten, que sus cerebros no piensen, que sus ojos no vean o que sus almas no brillen. El viento llevará mi muerte a los ojos del pueblo, despertará su cerebro, encenderá sus almas y el palpitar de sus corazones destruirá las cadenas que vuestro reino y vuestra fingida divinidad les han puesto.
(El soldado toma al juglar por el pelo y apoya su espada en su cuello).
REY: -- Si no te asusta tu muerte, ¿por qué habría de asustarme a mí? Has hablado con inteligencia joven juglar, aunque una persona sabia sabe que la inteligencia no trae más que problemas. ¡Ejecutadlo!
BUFÓN: -- ¡Eso es, ejecutadme!... en las arenas del tiempo, lavarán las miserias de la vida, las aguas de la eternidad.
(El soldado le corta el cuello al juglar, quien cae muerto al suelo. Los pensamientos se inclinan ante el cuerpo en una reverencia y luego se acercan para hablarle al público. Se desata una revolución).
FIN.

Di Rado, Ariel; º2º 3ª "B".

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