Un lugar Santo, Montañosos para empezar y reflexionar, con sus calles y sus edificios antiguos, lindos, llenos de paz.
Con sus Cordilleras Altas y verdes, y el Santuario de la Virgencita, llenos de bellas arquitecturas, con sus gentes hospitalarias.
Las artesanías hechas con las tierras rojas, las enormes plazas, decoradas con los trabajos preciosos, hechas a mano, coloridos y detallados.
Un lugar para reflexionar al amanecer y terminándose el habla al salir de entre las Cordilleras, la luz del sol, las flores del lugar, alegrando el día a la gente del lugar. Y lo más hermoso es caminar hasta llegar a la Cordillera de Caacupé.
Fátima González, 1° 3° "A".
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